Rocky apenas podía andar cuando llegó al albergue. Lo habían abandonado y pasó tres días vagando por las calles de Alcoy buscando su antigua casa,
Es un perro genial, lleno de vitalidad, cariñoso y obediente.
Rocky busca un nuevo hogar y una familia que le demuestre que no todos los seres humanos somos iguales y que podemos quererlo y cuidarlo como él haría con nosotros.