Lili, una gata monísima que metieron en una caja con sus siete hermanos, casi cabían en ella, se empezaban a hacer mayores y no sabían qué hacer con ellos.
Lili es genial, simpática, cariñosa, juguetona. No tiene problemas con sus compañeros ni es recelosa con los premios.
Como todos los gatos con esta edad, hay que ser conscientes que no dejan de ser cachorros y que van a hacer de las suyas en casa, si estamos dispuestos a pasar esta etapa, tendremos un buen compañero para siempre.