Tolo iba andando cerca del hospital como Pedro por su casa. LLevaba un collar y por eso pensaron que se habría perdido. Es curioso que la persona que le puso el collar no ha venido a recuperarlo.
Tolo con esa cara de enfadado, es sin embargo, adorable, bueno, cariñoso y tranquilo.
Tolo, al igual que los demás animales de la protectora, está deseando que una familia se lo lleve a casa para darle un nuevo hogar.