Pilu fue abandonado en su trasportín delante de un comercio en la zona de Santa Rosa. LLevaba en la puerta del comercio un buen rato cuando unas personas dieron aviso y lo subieron a la protectora.
Los primeros días fue muy tímido y asustadizo, pero es un gato estupendo, bonito y muy grande. Es muy cariñoso y se lleva bien con otros gatos.