A Kiko lo recogimos del arcén de la carretera, lo habían atropellado, tenía el fémur destrozado y la cadera tampoco pintaba bien.
Kiko ha sido operado y tras una larga recuperación y resposo, se encuentra fenomenal, listo para ser adoptado. Es un perro muy joven, con mucha energía y en principio no tendrá problemas con su pata, le ha quedado fenomenal.
Kiko no tiene problemas con otros perros, pero sobre todo le gusta la compañía humana y los cariñitos de los humanos. Es un perro tranquilo en la jaula, que le encanta estar en su mantita.