Batiste fue adoptado con tan solo un mes y medio de aquí de la protectora. Su dueña se lo llevó junto a su hermano. Por desgracia la vida a veces es cruel y tan solo tres años después han tenido que volver a su antigua casa. Su dueña falleció y no podía quedárselos nadie de su entorno. Ahora están aquí él y su hermano esperando un nuevo hogar.
Batiste quizá los primeros días sea un poco más tímido que su hermano, pero pasado el período de adaptación es un gato genial, muy bueno y cariñoso. No tiene conflictos con otros gatos y en casa es un gato muy tranquilo.