Tango lo dejaron en la Policía, lo habían encontrado suelto y llevaba collar, por lo que pensaron que sus dueños irían a recogerlo. No fue así, nunca vinieron a por él, seguramente porque era joven y demasiado nervioso para unas personas que no supieron cubrir sus necesidades.
Es simpático, obediente y muy cariñoso. Tranquilo cuando está con las personas y nervioso y juguetón con otros perros.
Necesita una persona que tenga energía y ganas de disfrutar de él.