River llegó muy jovencito a la protectora. Siempre ha sido un perro con un carácter especial. Es muy buen perro con otros perros, aunque si hay demasiados perros se agobia un poco, disfruta más si son pocos.
Él es muy bueno, obediente y cariñoso, pero hay que tener en cuenta que cuando está libre, sin correa, le ladra a los hombres, solo a los hombres, quizá tuvo una mala experiencia con ellos.