Ariel, nuestra gordita. LLevaba varias semanas entrando en una masía a comer, era desconfiada, pero por fin se hicieron con ella.
Ariel vino con sorpresa. A la semana de estar en la Protectora dió a luz a nueve bebés. Primero no dejaba que los tocáramos, nos gruñía y ladraba para que saliéramos de la jaula, teníamos que esperar a que saliera a jugar para poder arreglar a los cachorros, pero en pocos días esto cambió.
Ella es ahora una perra espectacular, le encanta salir con todos sus amigos a jugar, le gusta mucho correr con el resto de perros, no se lleva mal con nadie y sobretodo es super cariñosa, es una perra muy obediente y educada.
Como con todos los animales, recomendamos suban a pasear los los domingos de 11:00 a 13:00 para conocerlos mejor.